Al parecer, poco a poco, los mercados y los inversores se van acomodando a la nueva realidad. Y a pesar de la incertidumbre, hubo una señal para los emergentes: los capitales foráneos retornaron.
Si bien son tenues señales en medio de la penumbra que proyecta la crisis de la pandemia global, no deja de ser un dato alentador el hecho de que, según el Institute of International Finance (IIF), el mes pasado hayan vuelto los capitales internacionales a los mercados emergentes. Así lo señalan en su último reporte de monitoreo de flujos de capitales internacionales los economistas Jonathan Fortun y Benjamin Hilgenstock del IIF, quienes estiman que los mercados emergentesatrajeron alrededor de u$s17.100 millones en abril pasado.
En particular, señalan que los flujos de deuda aumentaron, alcanzando los u$s15.100 millones. Mientras que por el lado de las acciones, la tendencia negativa que se observó el mes anterior continuó. “Las salidas de las acciones de mercados emergentes sin incluir a China ascendieron a u$s6.300 millones, mientras que los flujos hacia las acciones de China se recuperaron parcialmente, registrando una entrada neta de u$s8.200 millones, destacándose así la divergencia entre China y el resto del complejo de mercados emergentes”.
A nivel regional, el aumento en los flujos de deuda se distribuyó entre países emergentes de Asia, que experimentaron una entrada de u$s7.300 millones, seguido de u$s3.000 millones en América Latina.
Sin embargo, los economistas del IIF dan cuenta de que no todos son iguales y que la mejora para algunos puede ser transitoria o bien no llegar ni en el mediano plazo. “A pesar de la mejora de los flujos, creemos que la situación no está bien clara todavía en todos los mercados emergentes, ya que la combinación de la persistente incertidumbre en torno al Covid-19 y el espacio limitado de políticas es un desafío para algunos”, advierten. Cabe recordar que Argentina lidera lamentablemente este ranking de los más vulnerables, según informes del IIF y de otras consultoras y entidades internacionales.
La huida masiva de marzo (u$s52.300 M en acciones y u$s31.000 M en bonos) fue diferente a la de enero y principios de febrero, cuando la mayoría de las salidas estaban contenidas en Asia.
Fuente: ambito.com