Las medidas tendrán efectos económicos que repercutirán en el mercado cambiario. Analistas ponen la lupa en la cuestión fiscal como principal preocupación
El presidente Alberto Fernández anunció nuevas medidas de restricción ante la segunda ola del Covid-19 en Argentina y llamó a todas las provincias y distritos a sumarse al cumplimiento de estos anuncios.
El principal temor ante estas decisiones es cómo pueden afectar la actividad económica argentina -que llega a esta segunda ola golpeada y con un comienzo de recuperación que podría diluirse-, y qué efecto tendrá el golpe en la actividad en el mercado cambiario.
La expectativa inicial es que el efecto sobre el dólar no sea directo, teniendo en cuenta que se habla de un mercado muy intervenido por el Banco Central (BCRA), pero sí que, al modificarse las distintas variables económicas, la exigencia sobre la autoridad monetaria para mantener el rumbo sea mayor.
Camilo Tiscornia, economista y socio de CyT Asesores Económicos, reconoce en diálogo con iProfesional que "las medidas anunciadas son más restrictivas de las que esperábamos". Igualmente, espera que estos anuncios tengan efecto negativo sobre la actividad económica. Sin embargo, esto no implica directamente un sacudón para el mercado cambiario.
Según describe Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, "lo que venimos viendo en el dólar este último tiempo son vaivenes diarios". Explica que las cotizaciones estuvieron muy planchadas en el primer trimestre del año y es normal que recuperen un poco el terreno que le cedieron a la inflación en algún momento.

Reservas suficientes, pero con amenaza fiscal
Con este escenario de partida, Ricardo Delgado, socio y director de la consultora Analytica, anticipa que "estructuralmente, y por razones estacionales, no debería haber mayores inconvenientes con el frente cambiario porque estamos en un momento con muchísima liquidación de soja", lo que implica que el BCRA tiene capacidad de reservas para mantener la política que lleva adelante actualmente de mantener retrasado al dólar oficial respecto de la evolución de la inflación y, por otro lado, cuenta con herramientas suficientes para continuar interviniendo el MEP (dólar Bolsa) y el Contado Con Liquidación (CCL).
Pero, advierte que, "teniendo en cuenta la incertidumbre actual de la economía argentina, que ahora se puede agudizar con las mayores restricciones, puede ser que los inversores financieros tomen mayor precaución y vayan hacia el dólar en búsqueda de refugio".
En una línea similar, el director de EcoGo Martín Vauthier apunta que el efecto de las medidas del Gobierno en el mercado de cambios no será directo, sino que "se hará sentir de manera indirecta, principalmente, a través del resultado fiscal".
Explica que, si las restricciones impactan fuertemente en ingresos y a la vez en la recaudación tributaria y dado que, a la vez, el Gobierno decidió aumentar el gasto destinado a contrarrestar los efectos del COVID-19, es esperable que veamos un aumento en el déficit fiscal, que tenga que financiarse con emisión monetaria y que eso puede traducirse en presión sobre el mercado de cambios.

Un fuerte desembolso asistencial
Cabe recordar en este punto que el presidente anunció medidas adicionales para asistir a las familias y a las empresas ante el parate económico de la segunda ola, como una mejora en el Plan Alimentar, que implicará un desembolso de $18.000 millones hasta, la ampliación del Programa de Recuperación Productiva (REPRO) para atender a los sectores que se verán afectados por las medidas con un monto estimado de $52.000 millones y un incremento del salario complementario para trabajadores de los sectores críticos y la salud, con una inversión prevista de $6.000 millones.
Además, se reducirán las contribuciones patronales en los sectores críticos, por $8.500 millones, se ampliará la Asignación Universal por Hijo (AUH) y las asignaciones familiares, con un desembolso de $29.000 millones. Y otro de los gastos contemplados es la inversión en vacunas por $72.000 millones.
En total, se destinarán $480.000 millones para afrontar la segunda ola de la pandemia, anticipó Fernández. Este gasto supone un desembolso por encima de lo establecido en el Presupuesto 2021 y, si bien el Presidente dijo que parte de ese monto se financió con el Aporte de las Grandes Fortunas (que recaudó cerca de $230.000 millones) y con el aumento de la recaudación impositiva, es previsible que haya mayor necesidad de emisión monetaria por parte del Estado.
Así, Vauthier anticipa que, hasta el momento, vimos restricciones muy acotadas y más laxas y flexibles que las del año pasado, pero que estamos frente a un endurecimiento que tendrá un efecto indirecto en el mercado de cambios. "Las restricciones impactan fuertemente en ingresos, lo que afecta la recaudación tributaria y, a la vez, la decisión del Gobierno de aumentar el gasto en medidas para contrarrestar los efectos del COVID-19 implica un aumento en el déficit fiscal, que tendrá que financiarse con emisión monetaria", describe.
Eso, según su mirada, puede traducirse en presión sobre el mercado de cambios. Al igual que Delgado, considera que esta va a ser acotada mientras el BCRA continúe comprando dólares y recomponiendo reservas netas gracias a la fluidez de la liquidación del campo a los actuales precios internacionales. Pero, señala que "sí podremos ver algún impacto sobre la brecha cambiaria".

Dos preocupaciones centrales: brecha y reservas
Es por eso que, tal como advierte el economista Federico Glustein, "hoy en día, son muy necesarios los ingresos del agro en la estabilidad transitoria del tipo de cambio". Afirma que la liquidación del agro que viene reportando en números extraordinarios y el BCRA ha acumulado reservas de forma record gracias a ello (compró casi u$s 1.800 millones en el MULC).
"El regulador necesita de ese grifo de verdes para lograr mantener la calma cambiaria porque, si llegara a producirse un parate o una disminución de las exportaciones de granos, habría una presión mayor sobre los mercados financieros y podrían dispararse la cotización", advierte Glustein.
En este punto, Tiscornia comenta que "el año pasado, en abril, que fue cuando más pegaron las restricciones, la brecha comenzó a dispararse". Mientras en los primeros días del mes estaba en un 20%/30%, en poco tiempo llegó al 80%/100% en el caso del blue. "Evidentemente, en ese momento, al Gobierno se le complicó tener acceso a los dólares y el BCRA había perdido u$s979 millones de reservas en mayo de 2020", detalla.
En ese sentido, advierte que este año la tendencia, ante nuevas medidas restrictivas de la economía, sería perder reservas del BCRA y un aumento de la brecha. Sin embargo, señala que, "en este 2021, la situación es distinta a la de 2020 porque tenemos un cepo mucho más fuerte que ese momento y un elevado nivel de liquidación con un precio altísimo para la soja".
Así, anticipa que no espera que haya sobresaltos en el tipo de cambio oficial, pero sí indica que habrá que seguir de cerca lo que pase con las brechas cambiarias, que ya están siendo afectadas por el recrudecimiento del Covid.
Asimismo, advierte que otro tema que puede incidir en el mercado del dólar es lo que suceda con la liquidación a raíz del conflicto por la decisión del Gobierno de limitar por 30 días la exportación de carnes. "Será clave la administración que se haga de ese conflicto", dice Tiscornia.
Glustein coincide con la mirada de su colega al señalar que "que el conflicto por el freno a la exportación de carne es otro elemento que juega en contra la incertidumbre" por temor a medidas similares en otros sectores exportadores, como el agro, o también por el hecho de que se pueda producir un abroquelamiento del sector agroganadero, como ya comenzó a pasar, que le traiga al Gobierno dolores de cabeza en el frente externo.
Pero, a la vez, Glustein menciona que otro punto que puede incidir en el mercado del dólar es que "es muy probable que la llegada de estas medidas más restrictivas puedan hacer caer el consumo, sobre todo de bienes que no son de necesidad básica, y girar a una tendencia hacia el ahorro, sobre todo para la clase media". Esto, anticipa, puede presionar al dólar blue y a los financieros.
Sin embargo, Vauthier observa que los efectos que puedan tener las medidas están muy atado al tiempo de duración que tengan porque, tal como comenta Glustein, "es allí donde la recaudación y la actividad caen, el Estado tiene que emitir para asistir a los afectados, genera más déficit y se produce un salto de las expectativas inflacionarias" (que se suman a la confirmación del IPIM 61% interanual que se trasladarían a precios).
En este contexto, tal como Rajnerman avizora, pareciera que las restricciones no van a tener un impacto fuerte sobre el dólar oficial, pero sí habrá que ver qué sucede con el gasto fiscal, con la necesidad de subsidios y las consecuencias de los efectos económicos en la recaudación", que pueden repercutir a más largo plazo en el dólar y la brecha cambiaria.
Fuente: iprofesional.com