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Entrevistas
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Datos científicos, propósitos del gobierno, limitaciones y posibles respuestas.

Después de haber abrazado con convicción inicial la estrategia del confinamiento masivo, imitando el modelo de los países de la Europa latina, como Francia o Italia, y de haber comprobado el fracaso del modelo, el gobierno nacional ha pasado a utilizarla sin creer en ella, como una estrategia de construcción de poder, para imponer, mientras pueda, sus proyectos políticos y sus políticas económicas.

Este informe especial proporciona información precisa sobre los datos sanitarios y sociales envueltos en el problema, para que los tomadores de decisiones lo utilicen como herramienta de análisis  y como fuente de referencias para la elaboración de material de comunicación. 

Por Gregorio Halaman

Hay debates científicos serios en el mundo sobre la posible exageración de la cantidad de casos de Covid 19, y sobre la utilidad de la política de confinamiento masivo para enfrentarlos impulsada por algunos países, desde que se descubrió  en abril que dar positivo no siempre significa estar infectado y que el contagio es improbable al aire libre. Y en la Argentina, hay evidencias publicadas de que la actual epidemia de covid 19 no está produciendo más muertes que las infecciones respiratorias que asuelan al país y dejan más de 47.500 víctimas por año.

Hay evidencias de que el gobierno argentino reconoció los hechos desde que se publicaron en el mundo en mayo, pero intenta aprovechar el pánico social para diluir su parte de responsabilidad en la crisis, y para controlar a los jueces, debilitar a la oposición, y   postergar la crisis económica

El progresivo descubrimiento de las manipulaciones oficiales por el público y el agravamiento de la situación económica descartan cualquier perspectiva de que la estrategia oficial pueda sostenerse por mucho tiempo.

Emplee estos datos con precaución, sin herir los sentimientos de los creyentes.

 

  1. El acceso a la información científica.

Desde hace más de cien años, la actividad científica es pública. La imagen novelesca y hollywoodense del anciano científico trabajando en una mansión solitaria, rodeado de dos o tres ayudantes personales, ha sido reemplazada por la realidad institucionalizada de los centros de investigación y las publicaciones académicas. Allí los investigadores tienen que publicar cada año sus sucesivos avances en lo que están analizando, y, de esa manera, justificar las becas  o los sueldos -generalmente modestos-, que cobran, en institutos especializados o universidades, -que las más de las veces, son estatales-.

Esa información circula públicamente, a través de las revistas científicas que leen los miles de especialistas que trabajan y se actualizan sobre un mismo tema en cientos de institutos en decenas de países, -y forman lo que se llama la comunidad científica de cada especialidad-. Y las revistas científicas aseguran su prestigio y sus ventas contratando especialistas con descubrimientos ya reconocidos, para que revisen que lo que usted quiera publicar demuestre que está al tanto del estado del tema y que agrega algo nuevo a lo que ya descubrieron los demás.

Por eso,  para que se publique un trabajo en una revista científica tiene que estar actualizado  con la información que circula y mostrar ciertas condiciones de seriedad. La redacción de cualquier artículo científico incluye en su formato obligatorio una introducción en que usted tiene que resumir, -con mención precisa de las fuentes-, lo que ya está publicado sobre el asunto, -no sea cosa que, por falta de actualización,  pretenda anunciar con la mayor solemnidad el descubrimiento del agujero del mate-,  y donde usted explique su metodología, -que en castellano quiere decir cómo hizo usted para observar lo que dice que vió-. -porque una opinión científica no es cualquier cosa que opine un científico, sino ́ sólo aquellas conclusiones suyas que reúnan esas precauciones-. 

La manera en que circula la información científica tiene también la consecuencia de que los descubrimientos ya casi no se publican a través de libros. Primero, porque la preparación de un libro es tan larga que para cuando está listo, los nuevos descubrimientos ya empezaron  a dejarlo desactualizado, y segundo, porque un  artículo académico está controlado con los criterios científicos del comité de especialistas reconocidos de una revista académica; un libro sólo está controlado por los criterios comerciales de la editorial que lo va a vender. Hoy en día los investigadores escriben libros sobre todo cuando preparan manuales panorámicos para los estudiantes, o libros de divulgación entendibles para el gran público, como las célebres publicaciones  de científicos como Carl Sagan o Steve Hawking, o, entre nosotros, las de Alberto Rojo, Facundo Manes o Diego Golombek-,

Ni siquiera cuando los gobiernos o las grandes empresas intentan mantener alguna investigación en secreto, -como cuando desarrollan armamentos estratégicos-, han podido esconderlas por mucho tiempo.  Eso es porque, -como cualquier otra tecnología-, se desarrollan en base a descubrimientos previos, ya conocidos por la comunidad científica. El ocasional espionaje a veces puede adelantar un detalle, pero no alcanza para construir un proyecto desde  la nada. Por eso siempre que se dispuso  del soporte económico suficiente durante el tiempo necesario, hubo varios equipos de especialistas que compitieron  en esos desarrollos, -como la bomba atómica, en cuya preparación trabajaban simultáneamente equipos de la Alemania nazi y de los Estados Unidos, y, poco después, de la Rusia soviética, del  Reino Unido, de Francia, y después, de otros paises, que  se sumaron al club nuclear-. Y por eso hay tanto paralelismo en los adelantos tecnológicos de las potencias industriales. .

Actualmente la ciencia es más pública que nunca. Con el desarrollo de internet, las publicaciones académicas están al alcance de cualquiera que se interese en consultarlas, -tenga  o no tenga la formación profesional para entenderlas-. Ya no es necesario tener una credencial de profesor o de investigador como único medio para acceder a las revistas científicas atesoradas en las bibliotecas de las universidades, ni viajar a lugares lejanos para consultar las que no están en nuestra ciudad. Aunque las principales revistas del mundo se publican en inglés, usted puede recurrir a un sistema de traducción.  Y, a lo sumo, en algunos casos tendrá que pagar una suscripción  para que las editoriales de esas revistas le permitan consultar hasta los más mínimos detalles de lo que publicaron.

Usted puede controlar si lo que está leyendo en internet, -por ejemplo, sobre el COVID 19-, es una verdadera información científica o no. Cualquier trabajo científico cumple con el formato obligatorio, tiene identificado el equipo- de investigadores, la institución en que trabajan, y las referencias de la publicación académica donde salió: el número de ISSN, -que son dos grupos de cuatro cifras separados por guiones, donde  La octava sirve de clave de control-, que Identifica a cada revistas científica del mundo, los datos de publicación del trabajo en esa revista, que incluyen la numeración del volumen  y fascículo con mención de la fecha -que habitualmente se expresa con abreviaciones del tipo "v.142, n.3, 2017", que, en nuestro ejemplo, significarían el volúmen 142, número 3 del año 2017 de esa revista-, o, si el trabajo es muy reciente, su referencia como "preprint" en la pàgina medRxiv, y, El DOI, que  es un código alfanumérico que identifica cada específico archivo electrónico de contenido intelectual.

Y si usted quiere buscar información científica en internet hoy existen programas interactivos, llamados motores de búsqueda, como Google académico, Scirus, SCIELO, REDALIC, Dialnet y, en el campo de las investigaciones en salud, está PubMed, un motor de búsqueda de libre acceso que permite consultar la base de datos MEDLINE, Ofrecida por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, con unas 4800 revistas de más de 70 países, con más de 30.000.000 de citas y una variedad de revistas científicas de similar calidad que no son parte de MEDLINE. Y hay otras bases más regionales de datos sobre investigaciones biomédicas como Exerpta, de la Unión Europea, Pantaleimon, con trabajos desarrollados en Rusia, wanfangdata.com, para estudios de origen chino, o Lilax, para investigaciones realizadas en América Latina.

 

Hoy la información científica se publica en revistas más que en libros

 

  1. La información científica sobre las dimensiones reales del problema covid 19

 

  1. a) El COVID 19 existe...

El Coronavirus existe; no es una fantasía de poderes mundiales ocultos. Como explica el informe del Comité Internacional  de Taxonomía de Virus, presentado por el Dr. Alexander Gorbalenya y sus colaboradores, en la revista Nature Microbiology, volumen 5, número 4, se lo conoce por la sigla SARS-CoV-2, -por su nombre en inglés "Severe acute respiratory syndrome-related coronavirus",  o sea, coronavirus 2 asociado a síndrome respiratorio agudo severo-; la enfermedad que provoca fue denominada por la Organización Mundial de la Salud como Covid 19    -coronavirus disease, es decir, -enfermedad de coronavirus- 2019-

La información sobre el virus es pública. Como resume el investigador adjunto de la Universidad de Illinois en Chicago, Dr. Changchwan Yin, en un trabajo publicado en la revista Genomics, volumen 112, número 5, de septiembre pasado, los coronavirus son una conocida familia de virus identificados desde la década de 1960, que afectan a aves y  mamíferos, de los cuales siete son transmisibles a los seres humanos gracias a su gran variabilidad genética; cuatro de ellos, asociados a resfríos y otros cuadros respiratorios agudos, y tres, relacionados con  neumonías y otras complicaciones graves, -el SARS que se difundió en China en 2002, el MERS, que se propagó en el medio oriente en 2012, y el actual SARS-CoV-2-. Las actuales tecnologías de secuenciación genética permitieron completar el genoma de distintas variaciones del virus descubiertas por investigadores de todo el mundo desde diciembre, y está publicado en internet, en sitios como "nhc.gov.cn", o "gisaid.org". Las autoridades  de  la Sociedad Argentina de Inmunología, Dras. Analía Trevani, vicedirectora del Instituto de Medicina Experimental (IMEX-CONICET-ANM), y Mariana Maccioni, del Centro de Investigación en Bioquímica Clínica e Inmunología (CIBICI, CONICET-UNC), en un comunicado publicado en la página del CONICET, -"conicet.gov.ar"- explicaron que en abril ya se dio a conocer la secuenciación del genoma completo de las tres cepas de distintas regiones del mundo que circulaban en ese momento en la Argentina, y que para el 31 de julio ya se habían secuenciado 400 genomas virales de pacientes de todo el país, brindando información precisa de los distintos linajes del virus y cómo éstos circulan en nuestra población.

En base a toda esa información pública se sabe que el virus es natural. No es el producto de alguna fabricación de laboratorios secretos. El conocido trabajo del equipo del Dr. Peng Zhou, del Instituto de Virología de Wuhan, publicado a comienzos de febrero en Nature, volumen 579 que descubrió una similitud del  96,2% entre el genoma del SARS-Cov-2 con el coronavirus BatCoVRaTG13, de los murciélagos rhinolophus affinis, fue confirmado fuera de China por diversas investigaciones como el trabajo del equipo del Dr. Kristian Andersen, del Instituto de Investigaciones Scripps, de La Joya, Estados Unidos, publicado en marzo en Nature Medicine, volume 26, o el del equipo del Dr. Peter Forster, del Instituto de Genética Forense  de Münster, Alemania, publicado en abril en Proceedings of the National Academy of Sciences,   -volume  117 número  17-, que rastrearon  retrospectivamente las pequeñas mutaciones del virus en sus sucesivos huéspedes humanos, hasta su progenitor, el virus de aquellos murciélagos chinos.

 

  1. b) ... pero hay debates sobre su alcance

Esa misma información pública nos permite saber que hay debates científicos serios sobre la posible exageración de la cantidad de casos de Covid 19  y sobre su impacto en la mortalidad por infecciones respiratorias en la Argentina.

En abril se descubrió que dar positivo de COVID 19 no siempre significa estar infectado.   Como informó el British Medical Journal -volúmen 369, m.1842 de mayo pasado-, el equipo del Dr.  Myoung-Don Oh, director del Comité Clínico Central para el Control de Enfermedades Emergentes del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur, comprobó que, aunque la mayoría de las personas sólo permanecen infectadas por un poco más de una semana, el test PCR es tan sensible que puede detectar fragmentos del virus que en realidad ya están muertos, y da positivo varias semanas después. Descubrimientos similares fueron  confirmados en junio por el gobierno británico, que publicó la investigación de los Dres. Carl Mayers y KateBaker -assets.publishing.service.gov.uk/government/upload/system/upload/attachment-data/file/895843/s0519-. La investigadora principal del CONICET y epidemióloga de la Organización Panamericana de la Salud, Dra. Isabel Kantor incluyó el problema de los falsos positivos en su trabajo publicado en junio en MEDICINA BUENOS AIRES -Vol 80 Suplemento II

Las confirmaciones más recientes del problema de los falsos positivos de COVID 19 en los testeos pcr en grandes poblaciones se publicaron  en septiembre. Una revisión de evidencias sobre su transmisión, a cargo de los Dres. Tom Jefferson, Elizabeth Spencer y Carl Henegham, del Centro de Medicina basada en Evidencias de la Universidad de Oxford, junto con el dr. John Brassey, del Servicio Nacional de Salud británico ,-publicada en medRxiv preprint doi: 10.1101/2020.08.04.20167932-, que analizó veinticinco trabajos previamente publicados, y otra investigación, del equipo del Dr. Jing Lu, del Proyecto Científico Provincial para el Control de Enfermedades de Guangdong , en China, -EBiomedicine, volumen 55,número 102-, confirman los descubrimientos sobre la hipersensibilidad de los tests pcr y los falsos positivos en pacientes que ya no están infectados, y recomiendan que los tests se combinen con estudios de cultivo para prevenir los falsos positivos. Y entre nosotros, una revisión de investigaciones sobre métodos de diagnóstico de covid 19, realizada por el equipo dirigido por el Dr. Pablo Rosón, coordinador del Programa de Revisiones Sistemáticas y Medicina Basada en la Evidencia, del Departamento de Investigación del Instituto Universitario Del Hospital Italiano de Buenos Aires, -publicada en la Revista de dicha institución, -volumen 40, número 3-, concluyó que los resultados de los tests -como los pcr-, siempre deben utilizarse e interpretarse tomando en cuenta el cuadro clínico y el contexto social de cada paciente, y advierte que la realización masiva de tests a personas de bajo riesgo puede elevar inaceptablemente el número de falsos positivos.

Este debate puso en alerta a instituciones científicas y gobiernos de varios países desarrollados desde hace cinco meses. Desde mayo, la Sociedad Coreana de Medicina de Laboratorio y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos vienen informando a los prestadores de salud sobre los riesgos de falsos positivos de tests pcr de diversas marcas comerciales. En agosto, la agencia sueca de salud pública alertó sobre un test pcr de una empresa china que había producido 3700 falsos positivos. Como también informó el British Medical Journal, -volúmen 370 m3374-, Allyson Pollock, codirectora del Centro de Excelencia en Ciencias de la Regulación de la Universidad de New Castle, Reino Unido,y evaluadora independiente de trabajos científicos del grupo de publicaciones Sage advirtió sobre las dificultades de diagnóstico de la situación que provocan estas imprecisiones, y  Angela Raffle, profesora emérita de medicina social y comunitaria de la Escuela de Medicina de Bristol, advirtió sobre que estas imprecisiones comprometen la confiabilidad del recuento de fallecimientos por covid 19 que hacen los países.

Por otra parte, en la Argentina hay evidencias publicadas de que la actual epidemia de covid 19 no está produciendo más muertes que las infecciones respiratorias que asuelan al país cada año, aunque las cifras oficiales fuesen confiables.  Un minucioso trabajo realizado por el equipo de la investigadora principal Dra. Elena Sarrouf, del Instituto Superior de Investigaciones Biológicas INSIBIO-CONICET, de la Universidad Nacional del Tucumán, publicado en la  Revista Panamericana de Salud Pública, número 43, de febrero de 2019, después de examinar 4.691.147 defunciones ocurridas durante quince años concluyó que nada menos que el 15,2 por ciento de los fallecidos -es decir, un promedio de 47.536 personas muere cada año por diversas infecciones respiratorias, cifras  que  exceden largamente a las víctimas que el gobierno atribuye al COVID 19. Los grupos vulnerables fueron exactamente los mismos.

 

  1. Y entonces, ¿por qué el pánico?

 

  1. A) La importancia de la mentalidad ante los problemas

Una cosa es la realidad, y otra, muy distinta, es nuestra actitud para enfrentarla. La realidad existe antes que nosotros, fuera de nosotros y a  pesar de nosotros. Y, sin embargo, los seres humanos no percibimos la realidad pura y dura, tal y como objetivamente ella es en su totalidad. Antropólogos culturales, psicólogos cognitivos y neurocientíficos coinciden en que nuestras percepciones de la realidad están condicionadas por nuestras experiencias individuales, y por la visión del mundo que aprendimos de nuestros mayores, con sus creencias acerca de lo humanamente posible, lo moralmente correcto y lo estéticamente deseable.

Así, los seres humanos aceptan más fácilmente una manera de interpretar un suceso cuando coincide con las creencias que ya están establecidas en la población de la que forman parte. El sociólogo francés Jean Noel Kapferer, demostró que los rumores se propagan más gracias a impresiones que a hechos. El analista institucional Cass Sunstein identificó dos mecanismos para su difusión: la cascada social, y la polarización grupal, , que nos hacen reafirmar las historias que cuentan aquellos que pertenecen a nuestra misma tribu moral, sobre todo  cuando carecemos de información suficiente y es más fácil apoyarnos en los demás que embarcarnos en un esfuerzo cognitivo , Y, más recientemente,  el economista y premio Nobel Robert Schiller, sintetiza y confirma estos conceptos en su conocido trabajo "Narrative Economics" -Cowles Foundation Discussion Paper 2069, de enero de 2017-,   y sostiene que la propagación de esta clase de rumores tiene una velocidad comparable a la de las epidemias.

En cambio, las personas suelen resistir a aceptar informaciones que contradicen las creencias que ya tienen. El trabajo pionero de León Festinger, de la Universidad de Minnesota en 1956 sobre la disonancia cognitiva, -es decir, el sentimiento de incomodidad que nos invade al entrar en contacto con situaciones que cuestionan nuestras creencias-, fue ampliamente confirmado por cientos de investigaciones posteriores, como la del equipo del Dr. Drew Vesten, de la universidad Emory, en Atlanta, Estados Unidos,  publicadas en MIT Journal of Cognitive Neuroscience -volumen 18, número 11, del año 2006-, cuando demostró con imágenes de resonancia magnética funcional que  monitorean el funcionamiento cerebral en vivo, cómo experimentamos verdaderos picos de ansiedad cuando recibimos información que aparece como una amenaza nuestras creencias preexistentes y a nuestro sentido de identidad, o como los igualmente célebres trabajos de los Dres. Brendan Nihan, investigador en políticas de salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, y Jason Reifler, profesor adjunto del Departamento de Ciencia Política de la Universidad del Estado de Georgia, en Atlanta, sobre el famoso "efecto contrafuego", -publicadas en Political Behavior,volumen 32, número 2, del año 2010,en Pediatrics, volume 133, número 4, del 2014 o en Vaccine, volúmen 33, nùmero 3, del 2015-,  , que mostraron cómo muchas personas radicalizan sus posturas cuando se exponen a informaciones que parecen amenazar sus creencias, ya sea que se trate de cuestiones de política o de salud.

 

  1. b) El impacto especial de la epidemia en el sentimiento de las poblaciones latinas

Aunque el reconocimiento de la epidemia del covid 19 es prácticamente universal para todos los que tienen formación científica, la respuesta que se considera aceptable para enfrentarlo cambia según la mentalidad que predomina en cada población. Aunque chinos, franceses o norteamericanos están siendo asesorados por comités de expertos, en el mundo se han desarrollado por lo menos tres modelos distintos de cómo enfrentar la epidemia. Los orientales eligieron detectar y aislar a los infectados;  los nórdicos, como Suecia, eligieron recomendar cuidados especiales a las personas en situación de riesgo; y  en Italia, Francia, España y en la mayoría de América Latina, -donde la persona humana se concibe como frágil, y siempre necesitada del  apoyo de una red familiar y comunitaria-, la respuesta que les pareció más lógica fue suspender el trabajo, decretar la cuarentena de sus poblaciones, y denunciar como monstruoso cualquier disenso.

El contraste de mentalidades se ve en internet. Si usted busca en inglés "false positives pcr coronavirus", encontrará publicaciones académicas como las que mencionamos recién, y su cobertura periodística en grandes agencias como Reuters y  en medios asiáticos, -como el Japan Times, el Korea Herald, o el India Times -, británicos, -como la BBC, el Independent, o el Guardián-, y estadounidenses, -como el New York Times, o la revista Newsweek-. Si hace la búsqueda en castellano, los resultados más numerosos son de grupos activistas -como "hipertextual" o "maldita ciencia"-, que insultan a los académicos, periodistas o políticos que mencionaron  el problema, -como el decano del Colegio de Biólogos de Euskadi-, y los presentan  como si sólo pertenecieran a los pequeños colectivos antimodernos -como los "Médicos por la Verdad"- que intentaron subirse al debate recién en julio; en este contexto, las publicaciones académicas y medios de habla castellana apenas tratan el problema.

Las raíces psicológicas del pánico en nuestro país pueden descubrirse en que ha sido acompañado casi unánimemente por intelectuales, políticos  y medios opositores. El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, -hasta descubrir con sorpresa que el presidente le recortó los fondos coparticipables, aparecía por televisión con el gobernador oficialista de la provincia de Buenos Aires para anunciar las sucesivas prórrogas del  confinamiento, en un tándem que el periodista Diego Leuco denominó irónicamente como "el Trío Pandemia". Periodistas críticos del gobierno reproducen diariamente los comunicados oficiales sobre cantidades de casos y fallecidos, pero muy pocos informan la cantidad de recuperados y casi ninguno recuerda que más del 90% son asintomáticos; informan casos de celebridades contagiadas, sin aclarar si son asintomáticos y no dan igual cobertura de su recuperación.

 

  1. La conciencia del fracaso

 

  1. a) El fracaso de los confinamientos para controlar la epidemia

Ya en abril varias investigaciones plantearon serias dudas sobre el modelo de confinamiento masivo elegido por nuestras autoridades para controlar la epidemia. Un estudio del equipo del Dr. Hiroshi Mishiura, del Ministerio de Salud de Japón, -publicado en medRxiv doi 10,1101/2020.02.28.20029272-, que analizó la circulación del virus durante once brotes en Japón,   y una investigación más amplia, conducida conjuntamente por los Dres. Hua Qian, Xiaohong Zheng y Danting Luo, -los tres de la Escuela de Energía y Ambiente de la Universidad del Sudeste, de  Nanjing-,, Li Liu, -de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Tsinghua, de Beijing-, Te Miao, -del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Hong Kong-, y Yuguo Li, -de la Escuela de Salud Pública de la misma universidad-, publicada en mayo, -medRxiv doi 10.1101/2020.04.04.20053058-, sobre 320 brotes en territorio chino, confirmaron que el riesgo de contagio de Covid 19 es 18,7  veces  mayor en espacio cerrados que al aire libre. Esa sería la explicación de porqué los países que más se aferraron al modelo de cuarentena masiva como Italia,Francia y España tuvieron la mayor y no la menor cantidad de muertos por millón de habitantes. El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clinic de Barcelona, Dr. Alex Soriano y el jefe de similar servicio en el Hospital Vall d'Hebrón, de la misma ciudad, explicaron al diario socialista La Vanguardia del 26 de mayo pasado que, para que se produzca un contagio no basta  con que pase un único virus de una persona a otra, que tiene que pasar una cantidad suficiente para iniciar una infección,, que, si el viento  dispersa el virus, la probabilidad de que se transmita una dosis peligrosa se reduce, y que en una playa el riesgo de contagio es improbable, aunque estuviese concurrida. Todos estos conceptos fueron explicados este último 22 de septiembre por el investigador superior del CONICET, y especialista en ecoepidemiología, Dr. Pablo Daldoménico  para desconcierto del equipo periodístico que lo entrevistó al aire en un programa de la oficialista Radio Rebelde de Buenos Aires.

Esa falta de sustento de la idea de los supuestos riesgos mortales de no cumplir la cuarentena había encontrado su primera confirmación en la Argentina, en un hecho público conocido ya a comienzos de abril. El viernes 3 de abril pasado, cientos de miles de jubilados se habían arremolinado  alrededor de los cajeros automáticos del conurbano bonaerense para cobrar sus magros haberes; políticos, intelectuales y periodistas, oficialistas y opositores se horrorizaron ante  lo que veían como el comienzo del desastre, y hablaban de consecuencias terribles; pasaron largamente los quince días en que se supone que debía incubar la enfermedad entre los que osaron contravenir la cuarentena oficial... y no apareció ninguna evidencia de que entre esas personas hubiera habido ningún aumento de la mortalidad, pese a lo fàcil que hubiera sido  hacer un seguimiento de esas personas basado sencillamente en los números de documento de los que hicieron extracciones en los cajeros.

Hoy, ya en octubre, el fracaso del modelo de confinamiento masivo de la Europa latina que nuestro país adoptó parece verificarse en toda la línea. La Argentina registra uno de los más altos índices de mortalidad COVID 19 del mundo: Así como la importancia del pasivo que usted tiene no se evalúa en la cantidad de dólares que usted adeuda, sino en la proporción de su deuda con el patrimonio que usted tiene, el fracaso de un modelo sanitario no se cuenta en cantidades aritméticas de muertos, sino por su proporción sobre el total de la población de cada país: La Argentina, que se presentaba como ejemplo internacional del modelo cuarentenista, al 14 de septiembre ya llegó a ser el tercer país del mundo en cantidad de fallecidos por millón de habitantes;  Las autoridades sanitarias de los países que fueron nuestro modelo, como Francia o España, todavía no han solucionado el problema. En el otro extremo, Suecia, que encaró la epidemia sin  confinar a la población sana, sin suspender las clases escolares ni los transportes, ni siquiera la gastronomía, tiene sólo el 10% de los casos que tenía en junio, y Uruguay, el único país latinoamericano que siguió el modelo sueco, recomenzó las clases en junio y exhibe la cifra más baja de muertos por millón de habitantes de toda la región: 47 víctimas, que, en proporción con sus tres millones de habitantes significan 0,0015%, ; con una proporción como esa en la Argentina tendríamos un total de menos de setecientos fallecidos 

 

  1. b) El confinamiento masivo en la Argentina ya ocasionó aumentos en la mortalidad por otras enfermedades.

El  Ministerio de Salud alimentó el pánico social, con consecuencias devastadoras para la salud pública, cuando en marzo recomendó no concurrir a los centros de salud y consultorios. Profundizó la tendencia de un porcentaje importante de la población a postergar controles y tratamientos necesarios, ya sea por miedo a contagiarse, o a no ser atendido de forma oportuna, ya sea por las dificultades en el desplazamiento o por la complejidad del trámite de los permisos. Una vez instalado el pánico, las correcciones posteriores a la consigna inicial ya no lo revirtieron.

1) Una encuesta de D'Alessio e Irolpara el Grupo Lafken de agosto pasado demostró que el 61% de la población argentina descuidó su salud desde que se aplica  la política oficial de aislamiento social obligatorio: un 30% de los encuestados pospuso tratamientos y controles , el 25% hizo alguna consulta pero intenta evitarlo, y el 6% abandonó completamente los tratamientos;sólo el 27% de los encuestados continuó con su tratamiento  y apenas el 16% realizó los controles preventivos.

2) Las personas que quisieron atender su salud también encontraron barreras infranqueables. una encuesta de la Fundación Cardiológica Argentina reveló que más de la mitad de las personas con antecedentes de enfermedad cardiovascular que necesitaron atención médica no pudo concretarse porque el centro de salud estaba cerrado, porque no se pudo comunicar, porque no le solucionaba el problema o  porque su médico no atendía.

3) Un minucioso informe a cargo de Francisco Reyes -publicado en Infobae del 31-07-2020-  reveló las consecuencias de la caída de consultas debida a la política oficial. La Iniciativa Stem Save a Life, -que abarca 30 hospitales de 9  provincias incluyendo la ciudad de Buenos Aires-, comprobó que entre marzo y julio el aumento de la mortalidad intrahospitalaria  por infarto agudo de miocardio causada por la demora en la concurrencia de los pacientes, alcanzó al 10,9%, el doble de igual período de 2019, que había sido del 5,4%.

4) Una investigación ha estimado las muertes producidas por esta situación, sólo en enfermedades cardiovasculares. El trabajo, dirigido por el Dr. Pablo Lamelas, del Departamento de  Metodología de la Investigación de la Salud, Evidencia e Impacto de la Universidad McMa4) ster de Ontario, Canadá, realizada en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires,  -publicada en Medicina Buenos Aires, volumen 80, número 3,de junio 2020 ha calculado Un incremento marginal de riesgo relativo de 10% a 15% de muerte cardiovascular por falta de control de los factores de riesgo  equivaldría a un aumento de 6000 a 9000 muertes evitables.

5) Y varios especialistas agregan riesgos similares por el descuido de los controles y tratamientos del cáncer: El Dr. Fabio Nachman, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Fundación Favaloro y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, y el Dr. Matías Chacón, subjefe  de Oncología Clínica del Instituto Alexander Fleming, de Buenos Aires, coincide en el peligro de aumento de casos para los próximos años a causa de la caída en las consultas de control.

 

Analizando por porcentaje de fallecidos, la Argentina muestra los peores resultados del mundo. Fuente Our World In Data.

 

  1. c) El gobierno se dió cuenta de la ineficacia de los confinamientos

las personas empiezan a reconocer la existencia de un hecho cuando encuentran la forma de aceptarlo sin cambiar sus posiciones políticas. Trabajos como el del equipo a cargo de la Dra. Briony Swire, investigadora principal de la Escuela de Ciencia Política del Instituto de Tecnología de Massachussets, en Boston, Estados Unidos , -publicado en Royal Society Open Science, volumen 4, número 3, de marzo 2017-, o el que realizaron los ya mencionados Dres. Brendan Nihan y Jason Rifler, conjuntamente con Ethan Porter, de la Universidad George Washington, y Thomas Wood, de la Universidad Estatal de Ohio, -en Political Behavior, de marzo de este año 2020-, han demostrado que se pueden reconocer  hechos potencialmente conflictivos sin afectar significativamente las convicciones políticas. Entre nosotros, en agosto de 2017,  el analista político Sergio Berensztein confirmó haber observado el mismo comportamiento en los votantes kirchneristas confrontados con informaciones sobre la causa de los cuadernos. 

Pues bien, hay evidencias concretas de que el gobierno argentino reconoció los hechos desde que se conocieron en el mundo las primeras informaciones sobre los falsos positivos y sobre la ineficacia del modelo cuarentenista en el pasado mes de mayo. Desde entonces La conducta del equipo del presidente Fernández indica  que dejaron de creer en las medidas que mantuvieron  para el resto de la población: el 28 de mayo el presidente apareció filmado por diversos medios, en su visita a Formosa, estrechamente aglomerado con sus colaboradores, abrazando y besando al gobernador; el 5 de junio el diario La Nación lo muestra en Villa la Angostura, con una comitiva de funcionarios metropolitanos cuya cantidad fue estimada en cien por un comerciante local; el 12 de junio aparece en la revista Noticias en un concurrido acto en la Rioja; y el 22 de agosto último se viralizó su almuerzo   en la residencia presidencial con los dirigentes sindicales Hugo y Pablo Moyano, en ambas ocasiones  sin barbijo ni distancia social

Y entonces, ¿por qué mantienen todavía sus políticas?

 

no cumplen lo que imponen al resto de la población.

 

  1. El giro hacia la manipulación 

El aprovechamiento político que algunos gobiernos intentan obtener de la situación no es una demostración de que ellos la hubiesen provocado, de la misma manera que no se puede decir que los cortes de luz sean provocados por los fabricantes de velas. Pero el poder explosivo del miedo colectivo crea las condiciones para que la rapacidad de algunos procure explotarlo, como se dispara el precio de las velas con cada corte de luz. 

La manipulación psicológica tiene características bien conocidas. Aparte de las recetas manipulativas que numerosos intelectuales -desde Maquiavelo hasta Goebels ofrecieron a los gobiernos a los que servían, en el campo de la ciencia actual las célebres investigaciones dirigidas por el premio Nobel Daniel Kahneman en 1973 -en Psychological Review, , número 80, o en 1981, en Science, volume 211, número 4.481-, y las de los Dres. Joseph Halpern, del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Cornell y Leandro Chaves Rego, del Departamento de Estadística y Matemática Aplicada de la Universidad Federal de Ceará, en Fortaleza, Brasil, en el año 2006, -Procedings of the Fifth International Joint Conference on Autonomous Agents and Multiagent Systems-, demostraron cómo se explotan los malentendidos debidos al desconocimiento de informaciones importantes por el público, y trabajos más recientes, como el del equipo del Dr. Michael J. Mazarr, del Instituto de Investigaciones en Defensa Nacional de la Rand Corporation, publicada en el año 2019 -Research Report RRR2713-, con el auspicio del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, analizó los avances rusos y chinos en materia de manipulación social con fines hostiles a través de redes sociales.

El giro del gobierno argentino desde el pánico inicial hacia la manipulación consciente, tuvo su primer reflejo en el cambio del discurso con que justifican sus políticas para confinar a la población. Desde junio, abandonaron  las anteriores explicaciones de que las medidas de confinamiento continuarán sólo "por poco tiempo más, hasta que llegue el pico de la curva", y Dejaron de sugerir posibles fechas para la flexibilización.

El gobierno argentino está desarrollando las cuatro líneas de acción que nos permiten identificar una política de manipulación, tal como las resume el Dr. Preston Ni, profesor adjunto de comunicaciones del Foothill College, de Los Altos Hill, California, Estados Unidos, y asesor de empresas multinacionales, entrevistado por la periodista Devon Delfino para la revista empresarial Bussiness Insider del 4 de junio de 2018.

 

  1. a) La exageración: magnificar un solo aspecto de las cosas, mientras se Omiten informaciones críticas.

1) Presentan su política como la establecida en "el mundo", pese a que en el mundo se han utilizado otros modelos, más exitosos que el nuestro.

2) Anuncian las cantidades de casos sin mencionar el debate científico sobre los falsos positivos advertidos por las agencias sanitarias de Corea del Sur, Reino Unido, Suecia o los Estados Unidos, sin advertir que más del 90% son asintomáticos y sin mencionar que más del 90% corresponde a pacientes que ya están recuperados.

3) Alientan el registro de casos en base a definiciones imprecisas: el 8 de julio la secretaria Carla Vizzotti anunció que, "cualquier resfrío es Coronavirus hasta que se demuestre lo contrario", del 2 de agosto al 12 de septiembre incluyó a los que acusaron diarrea, vómitos,  cefalea, y dolores musculares, -incluso diversas fuentes nos han informado de casos en que en el conurbano bonaerense contestan pedidos de testeo domiciliario con la consigna de quedarse en casa y la promesa de anotarlos  "directamente como  COVID 19", y de que establecimientos de salud públicos han registrado como defunciones por covid 19  a fallecimientos de pacientes asintomáticos internados por cuadros de cáncer terminal,  o por crisis cardiovasculares -.

4) Y presentan las cantidades de fallecidos sin mencionar que no superan el número de víctimas de infecciones respiratorias que padecemos cada año en nuestro país.

 

  1. b) La promoción del miedo: presentar interpretaciones que promuevan sentimientos de desprotección en el público.

1) Utilizan las exageraciones para magnificar las noticias que instalan ideas de peligro y para omitir las que no las confirman.

2) Reiteran declaraciones apocalípticas, como cuando anuncian que sería peligroso salir al aire libre, y que la apertura de comercios o las marchas políticas de la oposición iban a disparar miles de contagios y de muertos, -pese a la evidencia científica de que el riesgo de contagio es diecinueve veces mayor en espacios cerrados-,   como cuando repiten que el sistema de salud "está por colapsar", -sin aportar evidencias concretas-, o como cuando el presidente advierte que  debemos cumplir sus consignas "para que exista el verano".

3) Y programan la presentación de las informaciones de la epidemia para producir efectos psicológicos como cuando, según advirtió el periodista Pablo Sigal, -Clarín, 3 de septiembre-, unos dos días antes de cada anuncio de prórroga de la cuarentena aumentan abruptamente la carga de datos de fallecidos con datos de semanas anteriores, con el efecto -agregamos nosotros-, de aumentar la sensación de peligro inminente .

        discursos apocalípticos para promover el miedo

 

  1. c) La concentración de poder: invocar el relato que presentan para traspasar los límites de los poderes legales de los funcionarios que establece la constitución.

1) El presidente dicta decretos de necesidad y urgencia para disponer que los que no obedecen su política de confinamiento cometen un delito,-pese a que el artículo 99, inciso "3" de la constitución prohíbe expresamente que los decretos de necesidad de urgencia puedan referirse a cuestiones penales-.

2) Los gobernadores dictan decretos que establecen controles de fronteras entre provincias, -como los obstáculos que impone el gobierno de San Luis a los camioneros, -pese a que los artículos 9, 10, 11, 12,y 19  de la constitución, que se mantienen en vigor desde 1853-, desautorizan las aduanas interiores entre provincias, y disponen que nadie puede ser obligado a lo que la ley no manda ni privado de lo que la ley permite,

3) Los gobernadores ordenan detenciones y deportaciones de personas fuera de sus provincias,  -como los controles policiales que expulsaron de Salta a un camionero que regresaba a su propia casa, o los que expulsaron de Córdoba a un padre que iba a visitar a su hija moribunda-, pese a que los artículos 18 y 23 de la constitución, reforzados por los tratados internacionales de derechos humanos que se convirtieron en parte de ella desde la reforma de 1994-, prohíben los arrestos sin orden escrita de juez competente, y reservan el poder de restringir la libertad o trasladar forzosamente a las personas sólo al presidente, y eso sólo cuando se hubiese establecido el estado de sitio, que no está previsto para el caso de epidemias.

4) Los intendentes imponen toques de queda para confinar a los vecinos en sus casas después de cierto horario, como si ellos tuvieran el poder de declarar el estado de sitio.

 

  1. d) La clausura del debate: apabullar a la gente con una combinación de supuesta información y de técnicas de intimidación, para impedir el desenmascaramiento de los datos omitidos o falseados.

1) El presidente diserta por televisión, en horario central, con un despliegue de gráficos de supuestos datos,  sin la posibilidad de ser interrogado por sus fundamentos, -que recién pueden discutirse varios días después, cuando  son desmentidos por especialistas y gobiernos extranjeros-, pero sin la misma cobertura.

2) Presentan las opiniones del gobierno como "concientización", con lo que tratan de instalar que quienes no comparten la opinión oficial son unos inconscientes, y no personas que piensan distinto.

3) Sus funcionarios muestran irritación  cuando se difunden imágenes que desmienten los mensajes de miedo que procuran instalar, como su enojo por las que mostraban a runners y paseantes que disfrutan moverse por las calles de la capital.

4) Desarrollan una campaña de ataques personales para evitar el debate científico de los falsos positivos o de la ineficacia de los confinamientos: -como los comentarios del jefe de gabinete de que los que cuestionan las medidas del gobierno son "terraplanistas", o los de comunicadores oficialistas diciendo que los que no acatan el confinamiento son gente a la que no le importa la vida de los demás.

 

¿Qué objetivos persiguen con todo este despliegue?

 

  1. El sentido de la manipulación

A diferencia de las investigaciones médicas, la  gestación de las decisiones de los gobiernos no aparece en artículos académicos en la época en que se preparan. Tardan más tiempo en poder ser investigadas por politólogos e historiadores,  porque la información necesaria no es totalmente pública: al contrario de los científicos, los políticos no cooperan en la publicación de la información sobre los procesos que desarrollan,

Aún así, una actividad que abarca procesos y conflictos en que participan tantas personas nunca puede permanecer secreta por demasiado tiempo. Los conflictos constantes entre los participantes favorecen que tarde o temprano ellos mismos filtren datos en sus entornos, que terminan llegando a los medios y a los analistas. 

La información de que disponemos sugiere dos motivaciones distintas que inspiran en estos momentos al gobierno para continuar con sus esfuerzos de manipular políticamente el pánico social a la epidemia.

 

  1. a) Las razones políticas

Todos los grupos que integran la  coalición oficialista valoran cualquier situación que fortalezca al gobierno frente a la oposición, a los tribunales  y al sector privado. En el Frente de Todos conviven posiciones filosóficas diversas,  pero todos coinciden en que cualquier expresión de visiones negativas sobre las figuras o las medidas oficiales sería capaz de moldear una opinión pública destituyente, que cualquier sentencia judicial que plantee un cuestionamiento jurídico a las decisiones del gobierno amenazaría  la democracia, y que cualquier inversión privada de mayores dimensiones económicas que el estado amenazaría  a la soberanía nacional. Entonces,  Se sienten cómodos en un escenario que restringe las movilizaciones de la oposición política, frena la actuación de los tribunales en las investigaciones contra sus dirigentes y en los amparos contra las decisiones oficiales, y reduce la resistencia del sector privado a las medidas del gobierno

 

  1. b) Las razones económicas

En este caso no todo son coincidencias en el frente oficialista. Hay sectores radicalizados, como el de Juan Carlos Grabois, que tienen poca influencia en las decisiones del presidente, pero aprovechan la cercanía que tienen con sectores eclesiásticos para presionar con acciones directas de reclamo de fondos y de tierras. Y hay sectores que sí tienen lugares en la gestión económica, que a su vez se subdividen entre partidarios de medidas más directamente estatistas e intervencionistas, como el equipo del  presidente del Banco Central, que tiene el apoyo de la vicepresidente Cristina Fernández,  y partidarios de medidas de intervención más pragmática, como las del ministro Martín Guzmán -que cuenta, por ahora, con el apoyo del presidente. Esa es la razón de las medidas limitadas  y contradictorias del gobierno.

Para el sector más cercano al presidente mantener la atención social sobre la epidemia aportaría  dos beneficios.

1) el argumento de la "pandemia" diluye su responsabilidad en la profundización de la crisis: es cuando dicen que "la crisis es por la pandemia, no por la cuarentena".

2) cualquier diferimiento de la reapertura de actividades es percibido como un tiempo que se gana: El economista Enrique Szewach  explica, humorísticamente, que el equipo económico práctica la "cronoterapia". Mientras el freno impuesto sobre la circulación de bienes y servicios contribuye a que la expansión monetaria no derive en un estallido hiperinflacionario, los pragmáticos esperan que la fuerza de los acontecimientos empuje la situación hacia un escenario lo suficientemente crítico como para que los radicalizados queden sin margen político para oponerse a los ajustes que serán necesarios.

Pero, ¿podrán realizar sus propósitos?

 

  1. Los límites de la manipulación: ¿tiempo hasta junio?

Los esfuerzos oficiales para construir poder político con el miedo a la epidemia tienen límites, y hay fuertes indicios de que los funcionarios del gobierno lo saben.

 

  1. a) La realidad económica pone un límite a las manipulaciones

La opinión pública no se puede construir a voluntad, ni desde los gobiernos ni desde los medios. Como resumen los Dres. Edward G. Carmines, y Robert Huckfeldt profesores titulares del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Indiana, en Bloomington,  en una revisiòn sobre los procesos del comportamiento político que ya es un texto clásico -incluido en el Nuevo Manual de Ciencia Política dirigido por Robert E. Goodyn y Hans Dieter Klingemann-, las teorías sobre un público pasivo y moldeable han sido dejadas de lado desde la década de 1940, al comprobarse que las personas interpretan los mensajes de los medios de comunicación siempre desde una cultura específica y en un contexto social particular.  De allí las respuestas tan distintas que asiáticos, nórdicos y latinos han producido ante una misma información.

El marketing político se adapta a los escenarios, no los fabrica. Como sintetizan los conocidos trabajos del Dr. Andrés Valdez Cepeda-publicados en 2003 y en 2005 en la Revista Latina de Comunicación Social La Laguna (Tenerife) vol. 6, núm. 56,y  vol.8,número 59-, las posibilidades del marketing político -al igual que el comercial-, están limitadas por la calidad del producto. 

Un límite importante para las manipulaciones que intentan los gobiernos es la situación económica. La célebre reflexión de Abraham Lincoln de que se puede engañar a todos por un tiempo , se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo ha encontrado confirmaciones científicas. Como lo resumen la revisión realizada por el Dr. Raymond Dutch, director del Centro de Ciencias Sociales Experimentales del Nuffield College en Oxford, -incluida en The Oxford Handbook of Comparative Politics, editado por Carles Boix y Susan C.Stokes. y publicado en 2007 por Oxford University Press, y la investigación de los Dres. Melody Valdini, profesora adjunta del Departamento de Ciencia Política de la Universidad del Estado de Portland y Michael Lewis-Beck, profesor titular del Departamento de la misma disciplina en la Universidad de Iowa, ambas en los Estados Unidos -publicada en el American Journal of Political Sciences en 2018-, el impacto de la situación económica sobre las decisiones de los votantes es un fenómeno que se conoce desde fines de la década de 1950,  y se investigan sus alcances en América Latina desde comienzos de la década de 1990.

En América Latina, -incluido nuestro país-, las crisis económicas afectan la sustentabilidad de los gobiernos, -independientemente de lo que pretendan decidir o comunicar-.

1) Una célebre investigación realizada por los Dres Daniela Campello y César Zucco, profesores adjuntos de la Escuela de Administración Pública y de Empresas de la Fundación Getulio Vargas, de Río de Janeiro, -publicada en The Journal of Politics, volumen 78, número 2, en 2015-, que analizó 121 elecciones presidenciales realizadas en 18 países latinoamericanos entre 1980 y 2012, comprobó que si hay liquidez internacional y los precios de los commodities son altos, los gobiernos latinoamericanos gozan de popularidad, si las tasas de interés mundiales suben y los precios de los commodities caen, la popularidad de los gobiernos se derrumba.  

2) Otra minuciosa investigación, presentada en marzo de 2018 por el Dr. Javier Cachés al Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires, que analizó el período que va desde la presidencia de Raúl Alfonsín hasta la primera presidencia de Cristina Fernández, demostró que variables económicas como los niveles de desempleo y las crisis internacionales, son las que condicionan las percepciones ciudadanas, y que la retórica presidencial no sólo no puede liderar las preferencias del público, sino que incluso tiene un impacto negativo adicional sobre el nivel de popularidad de los mandatarios cuando surgen esos problemas.

 

la realidad económica pesa más que las manipulaciones

 

  1. b) ¿Tiempo hasta junio?

Los datos disponibles al día de hoy permiten proyectar que la falta de recursos que padece el gobierno para manejar la crisis podría hacer sentir sus efectos  de estanflación no más allá del próximo mes de junio de 2021, época en que normalmente la economía argentina ingresa las divisas de sus principales exportaciones que el año que viene no estarán disponibles en la medida que necesitamos.

1) Las reservas del Banco Central con que tratan de contener el precio del dólar bajaron semana a semana;

2) Para estos próximos meses. Es probable que el gobierno obtenga  una ampliación de los swaps extendidos por la autoridad monetaria china, pero son fondos para el financiamiento de importaciones provenientes desde aquel país, y no alcanzarían para compensar la situación.

3) Las colocaciones de bonos que recomenzaron el 27 de octubre sólo postergan la presión inflacionaria, y vuelven a aumentar el endeudamiento

4) Los desacuerdos internos del equipo económico oficial dificultan la posibilidad de adoptar las medidas de responsabilidad fiscal y seguridad jurídica necesarios para superar la crisis.

5) La consecuente falta de confianza que genera la escasa perspectiva de equilibrio macroeconómico  neutraliza los potenciales efectos positivos de las mejoras que pudiesen producirse en los precios de commodities -como se ve en estos días con la retracción de liquidaciones pese a la mejora del precio de la soja-;

6) La caída en la recaudación que producirá la reducción de ingresos por exportaciones provocada por la sequía que nos afectó este año,  no permite esperar la recomposición de reservas ni la famosa remonetización de la economía con que cree contar el equipo del presidente.

7) En otras palabras, a lo sumo a partir de junio de 2021 el presidente Alberto Fernández está expuesto a perder sustentabilidad por las mismas razones que perdió Macri.   La caída en la recaudación por exportaciones de 2018 -debida a la sequía de 2017-rompió el precario equilibrio macroeconómico que sostenía a Macri, y le costó la derrota en 2019. Ahora, la caída en la recaudación por exportaciones del próximo año 2021-debida a la sequía de este año 2020-, amenaza con romper el precario equilibrio que todavía sustenta al presidente  Fernández: le podría costar las elecciones de ese año y compromete seriamente su futuro.

Por eso el apuro del gobierno en desarrollar las estrategias  que impulsó aprovechando los efectos del confinamiento masivo. En lo político, tratar de desarticular las investigaciones judiciales en las causas de corrupción especialmente contra Cristina Fernández. En lo económico, tratar de construir un modelo más controlado por el estado, que sustituya a los actuales inversores privados por las inversiones chinas que imaginan conseguir, antes de que sobrevenga la crisis tan temida. 

 

  1. 8. Aclaraciones finales para los tomadores de decisiones 

Este documento le ha proporcionado  a usted la información científica básica sobre el problema y las referencias sobre cómo ampliarla, evitando la basura que circula por las redes sociales, pero además es importante que tenga en cuenta las sugerencias de los especialistas sobre cómo utilizar estos datos.

Los fenómenos emocionales implicados en el pánico social imponen reglas muy precisas para el tratamiento de estos temas.  en la comunicación o en la negociación con asesores, decisores o público. Como demostraron los famosos trabajos de los Dres. Brendan Nihan y Jason Reifler sobre el "efecto contrafuego" que mencionamos más arriba, si esas recomendaciones no se cumplen, existe el riesgo de que las personas se irriten y se aferran aún más a sus posturas.

Para eso, las investigaciones de los más prominentes especialistas en el esclarecimiento de mitos como los trabajos de los Dres. Stephan Lewandowsky, Ullrich K. H. Ecker, Colleen M. Seifert, NorbertSchwarz, y John Cook, -publicado en 2012 en Psychological Science in the Public InterestVol 13, Issue 3- o del DR. Michael Shermer -de 2017 enScientific American Volume 316, Issue 1-, aconsejan tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

 

  1. a) hable con consideración:

1) sobre todo, evite las descalificaciones personales o filosóficas:  no empiece por cuestionar la incoherencia de los mitos que circulan;

2) en cambio, comparta datos concretos, como los que le presentamos aquí sobre descubrimientos científicos sobre falsos positivos o sobre mayor contagio en espacios cerrados.

 

  1. b) Hable con sencillez:

1) Sobre todo, evite el abuso de tecnicismos de esos que le dan a su discurso un tono super erudito pero incomprensible; explique los datos en un lenguaje que no requiera esfuerzos para entenderlo.

2) Utilice frases cortas, que no fatiguen la atención de sus oyentes o lectores.

 

  1. c) Dele a las personas la oportunidad de aceptar la información sin cambiar sus ideologías

1) Sobre todo, Presente la información de una manera tan específica que no suene como un desafío a las creencias religiosas o políticas de las personas que escuchan: su comunicación debe permitir que las personas puedan aceptar la información sin sentirse derrotadas, y seguir siendo creyentes o ateos, kirchneristas y macristas.

2) para eso, trate de armonizar sus datos con las convicciones que ya tengan las personas: -por ejemplo, si sus interlocutores creen que el confinamiento masivo se justifica porque opta por preservar la vida antes que a la economía, no lo cuestione con datos de actividad económica, sino con datos sobre la mejor preservación de la vida y la menor mortalidad en los países con modelos que no optaron por el confinamiento.

 

NOTA FINAL

No es habitual acompañar tantas referencias científicas en un informe periodístico. Eso es más propio de publicaciones académicas -o de los informes de consultoría que elaboramos on demand sobre alguno de esos temas-. 

En este caso nos apartamos de la regla porque se trata de informaciones de calidad, que son muy escasas en el ambiente de habla castellana, que podrían ser de especial interés para nuestros lectores. Estamos a su disposición para cualquier ampliación. 

El autor es consultor en análisis político, profesor adjunto regular de Teoría del Estado, Facultad de Derecho UBA, profesional principal del Programa de Instituciones Políticas Fundamentales en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales "Dr. Ambrosio Gioja" UBA-CONICET e investigador principal en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas USAL.

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